Columna de opinión I Día Mundial del Sticker: una forma de arte y comunicación que evoluciona junto con la tecnología
Ariel Jeria
Gerente general de Rompecabeza
Cada 13 de enero se celebra el Día Mundial del Sticker, una fecha que rinde homenaje a uno de los elementos de comunicación más versátiles y creativos en el ámbito digital. Aunque los stickers, como los conocemos hoy, son una evolución tecnológica, sus raíces se remontan al siglo XIX, cuando los comerciantes utilizaban adhesivos para promover sus productos.
El término proviene de la palabra stick, que significa pegar, y desde su creación, el concepto de “etiquetas decorativas” ha evolucionado considerablemente.
En el contexto digital, los stickers adquirieron protagonismo gracias a aplicaciones de mensajería como Line y Telegram, que los integraron como una forma de enriquecer las conversaciones. Aunque sus antecedentes se remontan a los emojis animados del Messenger de Microsoft, los stickers nacieron en el 2011, de la mano de Line, y no tardaron en convertirse en una tendencia global al ser adoptados por plataformas como WhatsApp, Facebook y Twitter. Los stickers permiten a los usuarios expresar emociones, ideas o incluso generar humor de manera visual y directa, superando barreras idiomáticas y culturales.
En las redes sociales, los stickers han demostrado ser mucho más que simples adornos. Para las marcas representan una herramienta estratégica de marketing. Los stickers personalizados fortalecen la identidad de marca y fomentan la interacción con el público. Campañas como el uso de stickers de causa social o retos interactivos, han logrado captar la atención de millones de usuarios. Plataformas como Instagram y Snapchat han llevado esta dinámica a otro nivel con stickers interactivos que permiten realizar encuestas, responder preguntas o participar en eventos virtuales, integrando las emociones humanas con funcionalidades prácticas.
Crear un sticker es hoy más fácil que nunca gracias a herramientas digitales accesibles como Canva, Sticker Maker Studio o incluso aplicaciones de mensajería que ofrecen funciones nativas para diseñar stickers personalizados. Estas plataformas permiten a los usuarios dar rienda suelta a su creatividad, ya sea para uso personal o para fortalecer su presencia en redes sociales.
La importancia de los stickers radica en su capacidad para transformar mensajes simples en experiencias memorables. En un entorno donde el contenido visual predomina, los stickers se posicionan como un recurso clave para destacar en el ruido digital. Su naturaleza personalizada también contribuye a generar una conexión más cercana y auténtica con las audiencias.
El futuro de los stickers promete ser igual de emocionante. Con la irrupción de la inteligencia artificial, podríamos ver stickers animados generados en tiempo real, adaptados al contexto emocional del usuario o incluso integrados en experiencias de realidad aumentada. Además, el crecimiento del metaverso podría abrir nuevas posibilidades para que los stickers trasciendan pantallas y se conviertan en elementos interactivos en entornos virtuales.
Los stickers son más que simples adornos digitales; son una forma de arte y comunicación que evoluciona junto con la tecnología. Celebrarlos es reconocer su impacto en la forma en que nos conectamos y nos expresamos en el mundo digital.