Conoce el celular con la tasa de fallas más baja del mercado📱

Con un enfoque riguroso en testeo, la marca china de teléfonos ha alcanzado una tasa de fallo mínima del 0,02%, lo que destaca la fiabilidad de sus dispositivos.

En el competitivo mundo de la tecnología móvil, la tasa de fallas de un teléfono se ha convertido en un indicador importante para entender su fiabilidad y durabilidad. Con un índice de 0,02% a nivel global, vivo Smartphone ha logrado posicionarse como una marca de confianza para sus usuarios, garantizando dispositivos de alta calidad y rendimiento.

Este logro no es casualidad, sino el resultado de un exhaustivo proceso de pruebas y control de calidad. Cada dispositivo de vivo es sometido a rigurosos test de durabilidad, que incluyen simulaciones de uso intenso.

¿Cómo se prueba un equipo?

Por ejemplo, se realizan entre 30.000 y 50.000 pulsaciones en los botones de encendido y volumen, además de miles de desconexiones y reconexiones del cargador. Estas pruebas simulan la interacción diaria que los usuarios tienen con sus dispositivos, asegurando que cada botón y puerto funcione perfectamente durante el ciclo de vida del teléfono.

Las pruebas de caída también son una parte fundamental del proceso. Los dispositivos de vivo son sometidos a caídas desde una altura de hasta un metro, simulando accidentes comunes, como caídas desde el bolsillo trasero de un pantalón o desde un escritorio. Este tipo de pruebas busca replicar situaciones cotidianas y asegurar que los teléfonos puedan resistir estos impactos sin perder su funcionalidad.

Gracias a estos rigurosos controles de calidad, los teléfonos de vivo Smartphone están diseñados para resistir el uso diario y adaptarse a las exigencias del día a día. Sin embargo, los expertos de la marca advierten que, aunque los dispositivos están optimizados para resistir golpes y caídas accidentales, ningún teléfono es completamente indestructible.

Felipe Barra, Master Trainer de vivo Smartphone, señaló que “el desgaste de los materiales es inevitable con el tiempo. Aunque nuestros dispositivos están diseñados para resistir situaciones extremas, la forma en que un teléfono es utilizado, especialmente en caídas intencionales o impactos fuertes, puede afectar su rendimiento”.