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Día internacional de la mujer en ingeniería: ¿Cómo fomentar la participación femenina en esta carrera?

Con la conmemoración de este día, se pretende informar a nivel internacional acerca de la importancia de esta profesión ejercida cada vez más por mujeres. Además, concientizar con que hay mucho por hacer para que sea aún mayor la participación femenina en las carreras STEM.

Cada vez son más las mujeres involucradas en el mundo de la ingeniería, pero todavía vemos números que nos demuestran que no es suficiente. En Chile, según cifras del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, solo 1 de 4 ingresos a carreras de las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), son mujeres. Una realidad que debe cambiar tomando en cuenta la importancia de la participación femenina en estas profesiones.

Uno de los principales factores de porqué se da esta situación según un estudio realizado por la Universidad de Concepción, es debido a la influencia familiar con la que crecieron. Esto se ve sustentado en el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) realizado el 2018, que muestra que un 50% de los padres espera que sus hijos hombres se matriculen en áreas ligadas a la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), mientras que el 16% espera lo mismo de sus hijas. Si bien ha habido avances en la materia, se necesita de más programas que fomenten la participación femenina en la educación superior, de lo contrario, la brecha demorará 100 años en cerrarse, según las estimaciones del Foro Económico Mundial.

Natalia Espinoza es ingeniera civil industrial de la Universidad de Chile, es directora del G100 y fundó en 2011 la startup de base científica Papinotas, que recientemente se fusionó con otra compañía del sector (LIRMI). Para ella, no fue fácil insertarse en el mundo de la ingeniería: “La universidad fue difícil: fue estudiar en un entorno muy exigente sin buenos espacios de contención emocional. Complementé mi experiencia siendo parte de grupos organizados y del centro de alumnos. En lo laboral mi formación lógico-matemática sin duda ha sido una herramienta valiosa, pero creo que ejercer como buena ingeniera requiere tener muchas herramientas socioemocionales y la formación de ingeniería dedica muy poco tiempo a esto”.

Para Natalia ya se ven cambios en el tema de la inclusión femenina en la ingeniería y se están tomando medidas para fomentar la participación de las mujeres, sin embargo, es cauta y entiende que falta mucho por hacer. “Siento que estamos encaminados en la dirección correcta y se están acortando las brechas ya que estamos comprendiendo lo valioso que es para la sociedad que mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades. Esto redunda en que educamos a nuestros niños y jóvenes con menos estereotipos, y estamos forzando espacios transversales de participación femenina (como en los directorios de empresas). Esto impacta, en particular, que hay menos “profesiones de hombres y mujeres”, y la ingeniería es un símbolo de esto. Todos podemos contribuir a este movimiento entendiendo que son procesos largos e imperfectos, estando abiertos al diálogo, al respeto de la historia de cada persona y orientarnos a la acción para impulsar aquello en lo que creemos” fueron las palabras de la directora del G100.

Ya hay algunas universidades del país que buscan promover el ingreso de mujeres a la carrera de ingeniería, como lo hacen la Universidad de Chile, la Universidad Austral y la Universidad Católica de Concepción, entre otras. Esto lo hacen contactando a las primeras mujeres que quedan en lista de espera para ingresar a la universidad. Se hace con el objetivo de tener mayor presencia femenina en facultades que normalmente tenían un muy bajo porcentaje. Un gran beneficio para todos, ya que, construye una comunidad diversa en términos de género, y además, premia el esfuerzo y talento de muchas mujeres chilenas.

Pero una vez que estos cambios ocurren en el aula, también deben extrapolarse a nuevos espacios en la vida cotidiana y el mundo laboral. Estos desafíos también deben ser abordados transversalmente, principalmente en industrias conocidas por ser rubros con mayor presencia masculina, como la construcción, la tecnología o el sector de las telecomunicaciones, entre otras, donde abundan carreras estudiadas en su mayoría por hombres, como es el caso de ingeniería.

Sissi González, gerente de Network Operations de WOM, destaca que la operadora “trabaja fuertemente en derribar brechas y prejuicios, para fomentar la equidad y la inclusión en las distintas áreas, y así empujar un ambiente laboral con oportunidades reales para todos. Una mayor igualdad en las distintas disciplinas siempre favorece a toda la sociedad y contribuye al desarrollo del país. Además, la compañía entiende bien el rol de las mujeres en el núcleo de la sociedad, preocupándose también del bienestar de sus colaboradores, motivando el equilibrio de la vida laboral con el personal con una jornada laboral de 40 horas semanales, contribuyendo así a crear ambientes de confianza y respeto”.

Es urgente comenzar a implementar ese cambio estructural, para tener espacios multidisciplinarios más inclusivos y que aborden una infinidad de miradas, algo que no sólo beneficiará a las personas “incluidas”, sino que a la sociedad en su conjunto.

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