Dupla de parapentistas acrobáticos realizó vuelo en la fuente de agua y luces más grande del mundo

En una ubicación única y espectacular como es Palm Fountain, se llevó a cabo la hazaña que unió a dos de las grandes figuras del parapente y acreedores de varios Récord Guinness, Horacio Llorens y Rafael Goberna, quienes ofrecieron un gran show deslizándose de manera perfecta entre los poderosos chorros de la visitada fuente.

Cuando se menciona a Horacio Llorens, el rey del parapente español, sólo se piensan en acrobacias alucinantes, ya que el cinco veces campeón del mundo tiene acostumbrado a sus seguidores a ser espectadores de lo mejor. Pero si además sumamos al brasileño Rafael Goberna, quien ganó su primer récord mundial de parapente acrobático a los 12 años, se da origen a una dupla imparable, cuyos planes desafiaron lo que hasta hoy era imposible: parapente en una fuente de agua, pero no cualquiera, sino la más grande del mundo.

Los atletas de Red Bull decidieron demostrar todo su talento en Palm Fountain- Dubái- la fuente artificial de agua más grande del mundo, con dos plataformas gigantes que cubren 14.000 metros cuadrados de agua de mar, y cuyos chorros alcanzan la impresionante altura de 105 metros. Esta extraordinaria obra está además conectada a un circuito de 3 mil luces LED, que iluminan cada noche el cielo de Dubai al ritmo de la música, en un show de aguas danzantes que empieza al atardecer y termina a la media noche.

La preparación para este proyecto no fue fácil, ya que había varios desafíos por resolver antes del gran día. El dúo entrenó primero en el desierto de Dubai para probar los frenos y motores, además de estudiar con gran precisión el movimiento del agua para no quedar atrapados entre sus fuertes chorros y coincidir con los tiempos de éstos: “Necesitábamos conocer muy bien la zona de antemano y teníamos que saber “jugar con la fuente, esto era completamente nuevo para nosotros. Corrientes de aguar que se disparan a 100 metros de altura, es mucho, teníamos que estar muy preparados”, relata Llorens.

El equipo también tuvo que contemplar todo un sistema de seguridad y respaldo, pues volar sobre el agua implicaba hacerlo con chaleco salvavidas, tener disponibles botes de rescate, motos de agua y buzos, lo que fue muy útil cuando en uno de los entrenamientos Goberna sufrió una falla técnica. “En la primera práctica de vuelo sobre el agua, rompí una hélice, realmente no podía entender lo que estaba pasando y luego se rompió otra. Finalmente, se necesitó de un motor de respaldo y después de un largo viaje, el resultado fue hermoso. El equipo trabajó muy duro para lograrlo” explicó Rafael.

Todos los obstáculos fueron superados por este dúo, quienes lograron un vuelo perfectamente sincronizado a través de los chorros iluminados de agua, cuyas imágenes ya están dando la vuelta al mundo… Un logro más desbloqueado por estos ases mundiales del parapente.

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