Psychotropics induce al trance con su segundo álbum
La banda ofrece un psicodélico y envolvente viaje de ocho canciones que transitan entre la melancolía y el misterio. Las implicancias del rock psicodélico en las sensibilidades que ofrece Psychotropics alcanzan límites insospechados en su nuevo disco larga duración. Un viaje por ocho canciones que, a través de la melancolía y el misterio, hace de la curiosidad el principal detonante de sus búsquedas.
En comparación a su antecesor, “Under the Punishing Sun” es un segundo álbum mucho más limpio, maduro y suave, con un claro énfasis en su hipnótico trabajo vocal, amparado por un tratamiento oscuro y reflexivo de sus letras. Todo esto en medio de instrumentales que brindan una experiencia atrapante.
Historias fantasiosas y terribles, encapsuladas en una obra que apuesta por dejar su propia huella en el panorama local, siendo la voz de Daniela Defilippi un distintivo en la música de Psychotropics. Tal como destaca el guitarrista Joshua Brierley, “bajamos la distorsión para acentuar la voz y que esté por sobre todo lo demás”.
“De alguna manera, quisimos hacer una cama instrumental para la voz de Daniela utilizando capas y sonidos más pausados que igual tienen distorsión, pero mucho menos presente”, agrega el músico.
El proyecto formado por Daniela Defilippi en voz y sintetizadores, Joshua Brierley en guitarra eléctrica, Alexis Núñez en bajo eléctrico y Felipe Vidal en batería, finaliza así un periodo de cuatro años donde las adversidades fueron la tónica. La caída de su sello, así como las restricciones de la pandemia, incentivaron a la banda a lanzar este disco de forma independiente.
Tras el estreno de “Under the Punishing Sun”, Psychotropics comienza a mostrar sus lisérgicas y melancólicas canciones en distintas presentaciones en directo que serán anunciadas a través de sus redes sociales. Asimismo, el cuarteto no deja de producir y promete cerrar este año con un nuevo estreno, antes de tomar un receso para centrarse en otros proyectos.
“Under the Punishing Sun” fue grabado en Estudio Lautaro. La mezcla y master estuvieron a cargo de BYM Records (Blow Your Mind). Mientras que el arte del álbum es obra de Alejandra González Von Bohlen.
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