Reseña Libro: El Diario de la Princesa de Carrie Fisher

Gracias a la gentileza de Ediciones B (Me Gusta Leer), bajo el sello B de Books, nos llegó El diario de la princesa, libro que relata el conmovedor diario de Carrie Fisher sobre lo que sucedió dentro y fuera del rodaje de La Guerra de las Galaxias

¿Quién era la Carrie Fisher de 1976?. Una chica insegura, tan insegura como puedo serlo yo o cualquiera. Narra sus pensamientos y sus impresiones y el lector sabe que lo que dice es ridículo, igual que ella lo sabía cuarenta años después. Pero no en aquel momento. Entonces no estaba contenta con su cuerpo ni sabía decir quién era. ¿Y quién lo estaría, con el caos familiar que había vivido y siendo protagonista de una película de bajo presupuesto de la que nadie esperaba nada? Incluso su relación con Ford está plagada de una inusitada falta de emoción positiva. Más bien encontramos caos. Caos en sus pensamientos, en sus sentimientos, en sus prioridades. No hay ilusión, sino dudas, y más que sobre el futuro de aquella relación, sobre el papel que ella jugaba, sobre cómo la veía, sobre quién era realmente y quién aparentaba ser.

Fisher juega durante todo el libro con esa dualidad. Con lo que mostraba al público (y con el público me refiero a la gente con la que se relacionaba) y lo que era. Y es duro pasar por esa visión, quizá se vea absurdo desde fuera. Pero en ese momento, cuando lo estás viviendo, todo tiene sentido. Y si lo has vivido, sabes que esa persona que te está hablando, aunque ya no esté, es real, del planeta Tierra, y no un alien cualquiera. Y que podrías haber sido tú en cualquier otro tipo de circunstancias. Que Harrison Ford estuviera en medio en realidad es lo menos importante.

Su vida dio un vuelco por completo tras el insospechado éxito del Episodio IV, así que a quién le podría extrañar que la alienación subiera a límites inimaginables. Mientras que en la primera parte nos habla de sus comienzos en la gran pantalla y cómo consiguió el papel de la princesa intergaláctica más famosa de todos los tiempos, y en la segunda nos informa sobre Carrison (junto con las notas de sus diarios, que incluyen también poemas), en la tercera y última narra el cruel golpe de la fama, al menos la que le tocó vivir a ella. Es la parte más aburrida, pero no porque sea menos interesante, sino que el hastío es bastante intencionado. Fisher plasma conversaciones de fans cuando se le han acercado a pedirle autógrafos y son adormecedoras. Otras… en fin, otras dan bastante asco. Imaginad lo que supone saber que eres un icono sexual cuando no lo has pedido y ni siquiera te consideras guapa o atractiva. Imaginad lo que supone que esa gente te lo cuente… en tu cara. Nada más que decir.

Si Carrie siguió, a pesar de todo y todos, es entre otras cosas por su humor inigualable, del que hace gala durante toda la obra, ácido, atestado de sarcasmo. Párrafos que sacan sonrisas, pero no de las alegres. Escribe para pensar. Sus poesías reflejan la búsqueda de la identidad, de razones, de escapes. Es una lástima que la mítica frase de Yoda «Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes» no se haya traducido tal cual (¿tal vez quizá era diferente en el original? No tengo manera de comprobarlo). Pero estos pequeños detalles no logran ensombrecer una crónica amena pero profunda de aquellos años de vida, su vida, una vida que la devuelve al lugar del que nunca debió irse: el suelo, la tierra.

Carrie, tu lucha, tu empeño, tu valentía, eran tus verdaderas armas, más allá de tus comentarios mordaces, las pistolas láser o aquella cadena antibabosas. Gracias por ser tú. Se te echa de menos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Menu