Revisa las impactantes imágenes que dejó una de las carreras de descenso más extremas del mundo

Laurie Greenland

Luego de haber sido postergada un día por los fuertes vientos de la zona, el pasado domingo finalmente se realizó la séptima edición de Red Bull Hardline, la carrera más extrema de descenso de bicicletas de montaña, y que sin duda dejó imágenes para el recuerdo. Una vez más, el atleta británico Bernard Kerr se quedó con la corona en una final de infarto.

Catalogada como una de las competencias de bicicleta de montaña cuesta abajo más extremas del mundo, en la que no hay lugar para los débiles de corazón, Red Bull Hardline regreso el fin de semana pasado a las colinas del Valle de Dyfi, en Gales, para una nueva edición, en la que los atletas pusieron a prueba al máximo sus habilidades en un especial recorrido diseñado por el ciclista Dan Atherton.

Red Bull Hardline siempre ha tenido algún tipo de enfrentamiento con el clima y esta no fue la excepción. Si bien la carrera estaba agendada para el sábado, el viento hizo que se tuviera que postergar un día más. Sin embargo, esta nueva fecha no significó que el recorrido estuviera exento de barro resbaladizo, aumentando la apuesta.

Además, este año el circuito presentó algunos ajustes destacables con respecto a las ediciones anteriores: la rampa de subida se había hecho más suave para ayudar a los pilotos a llevar más velocidad, los árboles se habían cortado junto a Waterfalls Edge, y el icónico Road Gap se había hecho más grande y largo.

En esta edición participaron 24 ciclistas de descenso y freeride, pero nuevamente el británico Bernard Kerr -quien siempre ha terminado en el podio de esta competencia, se llevó la corona con un tiempo increíble de 2.33.533.

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