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Reseña de Deadpool 2: Chiste repetido no sale podrido

La película es vertiginosa, sin pausa, sin lugar para el aburrimiento, más violenta que la primera pero menos sexual… nos logra hacer reír de buena gana, pero lejos de la primera. Esto no es porque los chistes sean malos, si no, porque inevitablemente estamos ante la misma fórmula

Anoche tuve la oportunidad de asistir a una de las 3 funciones de premier que organizo Fox Chile ante el estreno de Deadpool 2, sé que existe un sinsentido entre decir premier y más de una, incluso hoy habrá un par más, pero así se ha desarrollado la promoción del filme.

A lo nuestro.

Dos años después de la primera película del mercenario bocazas, nos llega esta secuela dirigida esta vez por  David Leitch (John Wick, Atomica) en reemplazo de Tim Miller.

Al igual que el primer filme todo parte con Deadpool / Wade Wilson (Ryan Reynolds) haciendo un resumen de los acontecimientos que nos llevan a ese mismo punto de partida, como siempre rompiendo la cuarta pared y riéndose de todo. Es ahí que el personaje nos dice que estamos ante una película familiar.

En algún punto del filme Wade decide proteger la vida e integridad de un joven mutante, Russell Collins / Firefist (Julian Denninson) ante las amenazas de Cable (Josh Brolin) un mutante y soldado venido del futuro. En el camino Deadpool visita a los xmen, forma su propio grupo, la X force, todo esto entre escenas de acción rápidas y alocadas, algo de gore, humor negro, sarcasmos y tomadas de pelo.

La película es vertiginosa, sin pausa, sin lugar para el aburrimiento, más violenta que la primera pero menos sexual, llena de chistes que se ríen de primero sí misma, luego de los comics en general, el MCU y algunos de sus personajes, del “universo DC”, algunos chistes hacia Disney/Pixar, a James Bond (ojo la secuencia de apertura) la música pop, la cultura pop en general. En ese ámbito la película nos logra hacer reír de buena gana, pero lejos de la primera. Esto no es porque los chistes sean malos, si no, porque inevitablemente estamos ante la misma fórmula y pierde en algo la novedad.

Deadpool 2 es simplemente ver la nueva rutina de un gran comediante. Lo pasas bien, te ríes, pero ya sabes a lo que vas. De hecho el que los chistes sean buenos es lo que salva a la película de sentir que viste dos veces lo mismo.

Ahora hay dos puntos relevantes que hacen que esta secuela, aunque quizás menos graciosa, sea a la vez mejor. Por muy distinto que Deadpool o Wade Wilson nos quiera hacer creer que es, finalmente es muy parecido al resto, necesita al grupo. Cuando Wade rompe la cuarta pared para decirnos que estamos ante una película familiar, no la hace refiriéndose al público al que va dirigida, si no en que por mucho que el parta solo, estamos viendo la película de una familia, de un grupo de desadaptados que se sienten bien con otros desadaptados iguales.

En ese punto es que la película rescata también la esencia de los X-men (hay un chistes sobre eso y la influencia que tuvo en el comic la lucha por la igualdad racial en USA) Son personajes solitarios, que usan el humor, la violencia o ambos para evadir esa soledad que sienten los que son distintos para una sociedad de gente cada vez más parecida que castiga la diferencia con la segregación, el encierro y la tortura. Es curioso en este punto que Russell Collins / Firefist y Domino (Zazie Beetz) provengan del mismo lugar, donde fueron abusados en todos los sentidos ( estos tipos hasta caminan como pedófilos le dice Deadpool a Cable) por quienes los debían educar y sanar.

También es importante que por muy solitarios que se crean, la motivaciones primarias de Wade y Cable nacen desde el mismo lugar de, digamos, su corazón y terminan siendo un reflejo el uno del otro.

El mismo Dopinder ( Karan Soni) se pasa toda la película buscando pertenecer al grupo.

Otro aspecto interesante es que de alguna forma más sutil, Deadpool 2 termina riéndose de nosotros como espectadores, y probablemente no nos damos ni cuenta.

Todos los que se toman las redes para debatir que los personajes que aparecen por menos de un segundo en algún tráiler y crean teorías respecto a futuras apariciones e incluso generan franquicias en sus mentes apostando que pasara tal o cual cosa aquí están perdidos. Deadpool 2 se ríe de aquello de una manera grotesca pero a la vez sutil. Me es totalmente inevitable pensar que más de alguno va sentir que perdió horas valiosas de su vida en discusiones sin sentido.

Deadpool 2 parece decirnos: “Chicos bajen un cambio, disfruten y no piensen tanta tontera, pásenlo bien”. Me voy hacer caso a mí mismo y Wade Wilson y voy a dejar de filosofar tanto con una película que es netamente entretención de masas.

Solo un consejo. No se paren de sus asientos. Las escenas post créditos son las más hilarantes de todas las que cualquier película basada en personajes de Marvel hayan tenido hasta ahora, del estudio que sea. Probablemente solo con esas escenas ya se den totalmente por pagados.

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